Aura, una valiosa misionera llegó a Madrid desde Roma para continuar el entrenamiento que comenzó cuando estaba en Italia.
Ella se quedará varios meses sirviendo y preparándose para predicar las buenas nuevas.
El mismo día de sus llegada, ha comenzado con el aseo de la iglesia y a servir activamente a los hermanos.
La misionera ha compartido que Dios ha encedido su corazon a entregarse a la misiones y esta dispuesta a ir en su proceso y entrenamiento hasta el final. Siendo de gran esperanza y ayuda no solo a la iglesia de Madrid sino a la de Roma, una vez que haya sido equipada.
Oremos por Aura y su brillante futuro. Amén.