Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia. Jeremías 31:3
No hay gloria como la gloria de ser amado. Si Dios hubiera permanecido distante y majestuoso, sereno e impasible, sin ser tocado de ninguna pena e ileso de cualquier dolor, los hombres podrían haber temido a Dios, y los hombres podrían haber admirado a Dios, pero los hombres nunca hubieran amado a Dios. Pero Dios ofreció el sacrificio más grande a lo que llevó a su Hijo en la cruz. La cruz es el mayor sacrificio de Dios y de Jesús. El amor de color rojo sangre que dio todo sin reserva está grabado indeleblemente en este sacrificio. Puedes no poder evitar amar a este Dios?